T.S. Norio es el nombre literario del poeta y escritor que nos visita para charlar sobre su trabajo literario y sobre qué es y para qué sirve la poesía. Viene desde Asturias con motivo del II Festival de las Letras que se celebra en La Puebla de Cazalla del 13 al 37 de abril, en el que presentará su último libro: De la poesía. La actividad en nuestro centro se realizará el día 26 en horario de mañana y para 4º de E.S.O.
T.S Norio ha publicado con anterioridad poemarios como Un mensaje a García (Krk, 1989), Academia Rilke (Lf Ediciones, 2003) y Tres poemas (Baile del Sol, 2009), libros de relatos como El tesoro de los cuentos (Krk, 2003) y novelas como Vida del Gates (Baile del Sol, 2003) y Variaciones Nuria (Baile del Sol, 2011). Norio es además uno de los responsables de una aventura artística y editorial apasionante, La última Canana de Pancho Villa, cuyo catálogo está compuesto por más de seiscientas publicaciones, y sigue sumando. T. S. Norio acaba de publicar De la poesía (editorial Libros de la Herida/editorial Cambalache, 2012) en el que nos cuenta cómo la poesía, en cualquiera de sus formas, se hace y se vive desde siempre y en todos los pueblos de la tierra, y trata de responder a preguntas como: ¿Qué es la poesía? ¿Para qué sirve, para qué ha servido? ¿A qué se dedican los poetas?
En De la poesía, el autor compila, organiza y prologa textos sugerentes, divertidos, fructíferos, reveladores, acerca de la poesía: sus orígenes, función, herramientas, diversidad, misterios… El autor ha elaborado un rico y mágico –y amplio– mosaico de fragmentos muy diversos de distintas fuentes bibliográficas hasta construir una cartografía en la que felizmente adentrarse y perderse. De la poesía es un libro para pensar, para jugar, para aprender, para comprender. Un libro que contiene muchos libros. Un libro con muchas ventanas a las que asomarse y mirar. Un libro inagotable.
Algunos ejemplos extraídos del libro De la poesía de T.S. Norio (Cambalache/Libros de la Herida, 2012): Jean Cocteau Yo sé que la poesía es imprescindible, pero no sé para qué. Jean Cocteau, referencia perdida. ***De quién son los cantos
Entre los pieles rojas, los poemas pertenecían a un individuo, clan o tribu. Uno debía pagar si quería cantar un poema ajeno. Entre los chippewas los cantos eran comprados por considerables sumas de dinero. Un indio navajo dijo: «Yo siempre he sido pobre. No conozco ninguna canción». En la isla de Donu el autor de una canción conserva sobre ella sus derechos y no puede usarse para el baile sin su permiso; aunque después de que se ha danzado esa canción, puede extenderse hasta lugares lejanos llevada en canoas; muchas de esas canciones son de amor y fueron improvisadas por amantes. Ernesto Cardenal: Antología de poesía primitiva. Alianza, Madrid, desde 1987, p. 179. ***
Ernst Toller (1893-1939)
La bellísima historia del poeta alemán Toller: durante su encarcelamiento por haberse comprometido con la República de Munich, escribió El libro de las golondrinas. En su celda anidaron unas golondrinas que le inspiraron un poema que fue calificado de subversivo. Al año siguiente, las golondrinas volvieron y los guardianes destruyeron el nido. Pero los pajarillos no cejaron y volvieron a construirlo: «la lucha entre las fuerzas unidas de Baviera y las golondrinas duró siete meses.» Finalmente los pajarillos pasaron de nido y durante la noche se aposentaban junto al poeta, acurrucados el uno junto al otro. El libro de las golondrinas salió clandestinamente de la cárcel… en Gurutze Galparsoro y Beatriz Monreal (editoras): 365 pájaros tiene el cielo. Agenda poética. Montecasino, San Sebastián, 2001, p. 105. Kriya Todo lo que nos une es poesía. Sólo la prosa puede separarnos. Nicanor Parra, en Eduardo Guerrero del Río: Diccionario de citas literarias II. Ril editores, Los Leones (Providencia, Chile), 2007, p. 127. ***
Ammassalimiut (Groenlandia oriental) Durante los meses de invierno, cuando la dureza del hielo permitía desplazarse en trineo, los ammassalimiut se visitaban mutuamente. Sus casas respectivas estaban a veces hasta a diez horas de camino, y estas visitas daban ocasión para prodigar un gran espíritu de hospitalidad: se organizaban banquetes de foca congelada al son de la música de sus tambores (los únicos instrumentos musicales que poseían), y se celebraban espectáculos cortos protagonizados por uno o dos actores enmascarados. Los ammassalimiut eran magníficos narradores y su tradición oral jugaba un papel muy importante en sus vidas, pues carecían de textos escritos sobre su historia y costumbres. Durante las visitas invernales, los hombres se intercambiaban a veces sus mujeres, con lo cual se establecían lazos de mutua amistad. En caso de celos por una mujer, algunos ammassalimiut se suicidaban clavándose el arpón, pero lo más frecuente era convocar un duelo con un tambor. En este duelo y ante espectadores que actuaban de jueces, cada uno de los implicados cantaba Robert Gessain: “Esquimales de Groenlandia oriental”, en El hombre en el mundo. 500 pueblos. Cómo son y dónde viven. Noguer, Barcelona, 1976, t. 3, p. 154. ***
Palabras para el arpa del emperador Ming-Huang En una región remota y antigua había un valle en cuyo centro crecía un árbol esplendoroso. La hierba crecía a sus pies, los pájaros cantaban a la sombra de sus hojas, el agua clara sonaba entre sus raíces y por la noche, cuando la vida del valle descansaba, la luna venía a acariciar sus más altas ramas. Un día pasó por allí un poderoso mago que al ver el árbol quedó prendado de él y lo convirtió en un arpa. El arpa maravillosa fue regalada al emperador Ming-Huang pero ninguno de sus músicos fue capaz de tocarla. Por más que se esforzaban, ni un solo sonido salía de las cuerdas del árbol dormido. El emperador mandó llamar al músico más famoso de China, que vivía retirado en las montañas. El maestro Peiwoh contempló largo rato el arpa y empezó a cantar suavemente. De pronto del arpa comenzaron a brotar sonidos maravillosos que se unían a la voz del maestro creando una melodía que dejó a todos los presentes extasiados. «¿Cómo has podido conseguirlo con tanta sencillez, cuando los mejores músicos de la corte han probado durante semanas sin conseguirlo?» «Le he hablado del valle que le vio nacer, de la hierba que crecía a sus pies, de sus amigos En Textos de estética taoísta, selección y prólogo de Luis Racionero, Ediciones de bolsillo, Barcelona, 1975, pp. 27-28. ***
Un poema miskito (Nicaragua)
Muchacha, estoy triste sin ti. Recuerdo el olor de tu piel. Quisiera recostar mi cabeza en tu regazo, pero estoy solo, recostado bajo un árbol, oyendo únicamente el ruido del mar. El oleaje revienta mar afuera: Pero no oigo tu voz. en Ernesto Cardenal: Antología de poesía primitiva. Alianza, Madrid, desde 1979, p. 121. ***
Hay que saber
Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas. Voltaire (1694-1778), tomado en ‹http://www.proverbia.net/citastema.asp?tematica=110&page=2›.
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